viernes, 26 de noviembre de 2010



Esa tarde no era como otras, estaba viajando en el colectivo que estaba lleno de gente desde la entrada. Intentaba subir a sacar mi boleto con la cantidad justa de un peso con veinticinco centavos.
En mi espalda veo a mas gente subiendo y observo a hacia adelante mío el problema ocasionado en el medio de dicho trasporte publico: había una mujer joven sentada que interrumpía a los pasajeros bajar por la puerta con su mano una famosa guía “T” digo que es famosa porque gracias a ella varios la utilizamos a menudo para viajar dentro de capital federal, volviendo a esta mujer preguntaba a cada uno que se bajaba si “Falta mucho para la calle tal…..”
Me sentía ya incomodo y mis manos transpiraban en pasamanos y me ponía un poco irritable al momento de regresar esa tarde a mi casa.

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