Con un
lenguaje lunfardo sin un poco de sutileza ella cataloga con estos términos:"Tonto",
"bobo", e "ineficaz" que fueron algunos de
los calificativos elegidos por la ex azafata y sindicalista para caracterizar a David
Cameron, el primer ministro británico, que se niega a dialogar con
la Argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas pero mantiene relaciones
diplomáticas con el país. El escenario esta vez fue una reunión de la Comisión
de Relaciones Exteriores del Senado en Argentina, donde se debatió la cuestión
Malvinas junto al senador Daniel Filmus y el periodista británico Richard Gott,
entre otros.
"El primer ministro es tonto, si yo puedo usar la palabra
en el Congreso", dijo Castro provocativamente.
La Cancilleria británica respondió
con su flema tradicional al
lenguaje tan heterodoxo de la embajadora política kirchnerista y representante
diplomática argentina en Londres.
"Somos conscientes de los informes de prensa acerca de los
comentarios de la embajadora argentina. Si son ciertos, esos comentarios son poco diplomáticos.
Estamos buscando la confirmación de lo que se dijo con la Embajada
argentina", dijo una vocera del Foreign Office en Londres.
Cuando los periodistas del diario Clarín preguntó si contemplaban declarar a la embajadora
Castro "persona non grata" si se confirmaban sus palabras, la vocera
prefirió un "sin comentarios".
Los insultos de Castro se produjeron cuando ella hizo referencia
a las palabras del primer ministro británico sobre el Papa Francisco. "El
primer ministro fue tan tonto cuando lo designaron a Bergoglio como Papa porque
difundió que había tenido un discurso histórico sobre Malvinas", dijo la
embajadora. "¿Se puede decir tonto en el Congreso?", preguntó.
Después opto por el "ineficaz" y luego, "bobo".
"Tenemos la suerte extraordinaria de tener un Papa
argentino que es Malvinero", continuó.
La prensa británica reprodujo los insultos de la embajadora al premier un dia después de que se
conocieron en Buenos Aires. Fue el conservador The Daily Telegraph el primero
en descubrir las declaraciones el miércoles por la mañana y recordó el "soez" lenguaje
de la diplomática desde
su llegada a Londres. Uno de sus columnistas, John Carter, sugirió: "El
gobierno británico debería declarar a esta
mujer horrible 'persona
non grata' y pedir su regreso a Buenos Aires". "Desde que llegó al
Reino Unido, su
comportamiento ha sido despreciable. La diplomacia es su
atributo mas débil", dijo.
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