Humor o humorismo (del latín: humor, -ōris) es definido como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas.[1]
Joseph Klatzmann, en su obra L'humour juif ("El humor judío"), lo define según su necesidad: «Reír para no llorar». Más pesimista, se puede citar igualmente a Nietzsche: «El hombre sufre tan profundamente que ha debido inventar la risa», concepción que lo aproxima a la filosofía cínica y que establece que el humor es, en el fondo, un tipo de catarsis o contraveneno espiritual.
El humorismo hace uso de la comicidad para derivar en una forma de entretenimiento y de comunicación humana, que tiene la intención de hacer que la gente no se sienta infeliz y ría. La risa es, además, una de las pocas cosas que individualizan al ser humano y a algunas especies de homínidos respecto a otros animales; los etólogos señalan que el humor es ante todo un rictus que aparece en los labios de los primates y se muestra cuando éstos se enfrentan a situaciones para ellos absurdas o incomprensibles: enseñar los dientes es una forma de desviar un impulso agresivo o de resumirlo mímicamente, un tipo de sublimación. De ahí que enseñar los dientes o reír entre los humanos esté frecuentemente ligado a disociarse de acontecimientos que suscitan normalmente profunda inquietud y que muchas veces se asocie con la desgracia (humor negro). Incluso se habla a veces de la llamada risa nerviosa, como un acto fallido del subconsciente. Desde este punto de vista, el humor se constituye en un acto de purificación que permitiría evacuar esta violencia, nacida de la frustración y del sufrimiento.
El humor vendría pues a desempeñar una función catártica semejante a la de las lágrimas, pero diferente en cuanto a que el humor supone una separación de y no una identificación con el objeto que es soporte del mismo, un desaprecio y no una compasión. De ello deriva también la curiosa relación sadomasoquista entre el humorista y el auditorio, que se expresa en risa; el humorista se presenta muy frecuentemente ante sus oyentes como resentido y humillado. El origen del término humor viene de la teoría de los cuatro humores del cuerpo de la medicina griega, que regulaban el estado de ánimo: la bilis, la flema, la sangre y la bilis negra o atra bilis. El carácter humorístico corresponde al humor sanguíneo.
Existen diferentes tipos de humor adaptados a diferentes sensibilidades y grupos humanos. Por ejemplo los niños suelen reírse más de las caídas y tropiezos, mientras que no comprenden la sutileza de la sátira o de la ironía.
También hay variaciones culturales del sentido del humor, que puede hacer que lo que es divertido en un sitio carezca de gracia en otro. Esto se debe a que en el humor cuenta mucho el contexto, los a priori. El humor negro se apoya en elementos tristes o desagradables que, para hacerlos más soportables, trasforma y degrada en irrisión (el humor judío y el británico, por ejemplo, son a menudo negros: una obra de Thomas de Quincey se titula Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes y otra, A Modest Proposal (1729), "Una modesta proposición" de Jonathan Swift, trata ni más ni menos que de aprovechar a los niños pequeños como alimento. Reír en este caso es algo forzado y amargo: «El humor es la gentileza de la desesperación» (cita atribuida a Óscar Wilde). Sin embargo en el mundo moderno donde es general el uso de medios de comunicación de masas, las fronteras desaparecen y, por ejemplo, para Paul Reboux (À la manière de…), el humor consiste simplemente en tratar a la ligera las cosas graves, y gravemente las cosas ligeras. Esta especie de inversión o mundo al revés pude apreciarse también por ejemplo en algunos artificios clásicos de la comedia cinematográfica americana, como son el intercambio de roles o batalla de los sexos: la mujer se comporta de modo tan desenvuelto como un hombre y el hombre se comporta de forma tan circunspecta y apocada como una mujer (por ejemplo, en las comedias de Howard Hawks). Otro ejemplo típico de degradación de lo serio y enaltecimiento de lo vulgar es el cine de Woody Allen. Por otra parte, es preciso señalar que se ha intentado utilizar el humor como un instrumento educativo (a ello se debe el célebre adagio castigat ridendo mores, "corrige riendo las costumbres", que se utiliza como definición de la utilidad de la comedia clásica y neoclásica).
Existen algunas técnicas específicas de humor verbal, tales como la ironía, el sarcasmo, la hipérbole, el anticlímax ("Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo no gozo de buena salud", Woody Allen), el enigma o definición incompleta o elíptica, la antítesis, el oxímoron, la atenuación o litotes, la alusión, el non sequitur, la silepsis, el juego de palabras, la sátira, la parodia o la paradoja. Y otras no verbales, referentes a una retórica paralela que juega con los gestos, posturas, caídas, resbalones, etc.. que se suele denominar humorismo de situación. Se puede, por otra parte, establecer otra taxonomía:
Comicidad de gestos
Comicidad verbal, que incluye los juegos de palabras
Comicidad de costumbres
Comicidad de situación
Comicidad de carácter
Comicidad de repetición
Ha habido estudios más o menos serios respecto al humor por parte de Aristóteles, Sigmund Freud, Arthur Schopenhauer o Henri Bergson.
Aparte de en la vida corriente, como procedimiento para evitar y curar las circunstancias traumatizantes de la vida, el humor se suele dar en los espectáculos y en la literatura (literatura de humor) con cierta frecuencia y forma una parte muy importante de corrientes literarias como el teatro del absurdo. Géneros literarios cómicos son la comedia, el entremés, el chiste y el epigrama. El género cómico teatral de la comedia provoca la catarsis o purificación del espectador inversamente al género trágico que lo hace por la compasión y las lágrimas: la comedia lo logra mediante la risa y el distanciamiento. Platón afirmaba que la tragedia era el género literario más parecido a la verdad, mientras que el género cómico era el menos parecido, y ésa fue la postura que sostuvo Sócrates al final del diálogo conocido como el Banquete.
Fuente Wikipedia
Nini Marshall en 1979 graba para la TV Argentina su espectaculo "Y... Se nos fue redepente" que durante la decada del 70 presento en diferentes lugares nocturnos.
Alberto Olmedo - el manosanta - no toca boton
Y..El mejor de todos los tiempos Benny Hill
miércoles, 26 de agosto de 2009
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