Mostrando entradas con la etiqueta la libertad de prensa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta la libertad de prensa. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de octubre de 2009

Masiva marcha por la libertad de prensa y contra Berlusconi



www.elciudadano.cl/.../uploads/freepress.jpg

Italia / La ola de escándalos del primer ministro


Decenas de miles de personas protestaron contra las presiones del gobierno a los medios



ROMA.- Superó todas las expectativas la manifestación por la libertad de prensa y en contra del premier, Silvio Berlusconi, que tuvo lugar ayer en la legendaria Plaza del Pueblo de esta capital.


2.bp.blogspot.com/_e2vg19PMiM4/SpgRPm3JelI/AA... Una multitud colmó el lugar. Las cifras de la concurrencia, como suele ocurrir en estos casos, suelen diferir: más de 300.000 personas, según los organizadores, y tan sólo 60.000, según la policía. Los manifestantes llegaron de toda Italia para reclamar libertad de prensa, en tiempos considerados difíciles para el mundo de la información: diarios como La Repubblica y L´Unità , de oposición, han sido querellados por Berlusconi por haber escrito sobre sus escándalos de fiestas y prostitutas. En tanto, los programas de TV que se animaron a tocar el mismo tema sufrieron fuertes presiones y hasta corrieron el riesgo de ser censurados por "indecentes" y "facciosos".

Convocada por la Federación Nacional de la Prensa Italiana (FNSI) con el lema de "Sí a la información; no al bozal", la marcha fue multitudinaria, más allá de la habitual guerra de cifras, y mucho más exitosa de lo que los organizadores se esperaban.

Pasadas las 5 de la tarde, mientras algunos helicópteros sobrevolaban el cielo, era casi imposible llegar a la Plaza del Pueblo, debido a la impresionante cantidad de gente. En un clima muy festivo, saltaban a la vista globos y banderas rojas de la Confederación General Italiana del Trabajo, y verdes, del Partido Democrático, el principal de la oposición, que adhirieron a la protesta, junto a otros grupos.

Los manifestantes, de todas las edades, llevaron carteles y remeras con las leyendas "Denunciame también a mí" o "Papi, ¿me prestás una escort? ", en alusión a la ofensiva emprendida por Berlusconi en contra de todos los medios que se atreven a criticar su conducta.

"Vinimos con siete ómnibus desde Ravenna, unos 500 kilómetros al Norte, porque en Italia hay una inclinación fascista, que empieza con la información: el 85% de los medios televisivos están en manos de Berlusconi, lo cual es una anomalía", dijo a LA NACION Nicola Staloni, estudiante de ciencias políticas, de 23 años.

Nicola aludió así al hecho de que el Cavaliere , de 73 años, es dueño de tres de los cuatro canales de televisión privada del país, de la principal firma de publicidad, de un semanario de información general, y de dos diarios puestos a nombre de familiares.

Y al hecho de que, por ser jefe de gobierno, en la práctica controla también a los tres canales de la RAI, la radiotelevisión pública italiana. No por nada, en los últimos meses hubo un apagón informativo sobre los escándalos del premier en los principales noticieros de TV, hasta tal punto que eran casi más conocidos en el exterior que en Italia.

Y hace unos días estuvo en suspenso hasta el final la primera aparición televisiva de Patrizia D´Addario, la prostituta que en junio desencadenó un terremoto al revelar que había pasado la noche con Berlusconi. D´Addario, que dio innumerables entrevistas a medios de todo el mundo, hasta el jueves pasado nunca había sido vista en Italia, donde se estima que el 80% de las personas que ven televisión se informan sólo por este medio.

A la manifestación, que tuvo lugar durante una jornada primaveral, no sólo asistieron personalidades políticas de la oposición, del mundo del periodismo y de la cultura, sino también miles de sectores de menores de recursos que habían participado antes de otra protesta en contra de los recortes en la escuela. También, familias enteras, con niños y bebes en cochecito. Muchos de ellos llevaban carteles que decían "Soy un sinvergüenza". Hace unos días, en un enésimo ataque a la prensa, Berlusconi había calificado de "sinvergüenzas" a los medios que publicaban presuntas calumnias en su contra.

Uno de los más aplaudidos fue Roberto Saviano, autor de Gomorra , el best seller contra la camorra, que desde el palco denunció: "Lo que sucede en estos días demuestra que la verdad y el poder nunca coinciden".

Fuente: La Nacion
Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia

miércoles, 23 de septiembre de 2009

La Libertad de Prensa, Sometida a Sospecha


www.diariodelasierra.es/.../06/periodistas.jpg
Prohibido escribir en la pared
Alvaro Abos
Para LA NACION
Sobre el conflicto entre el Gobierno y Clarín , lo primero que salta a la vista es la oscuridad de los términos. La sociedad no entiende este conflicto. Es cierto que la prensa y el Gobierno nunca se llevaron bien, y los Kirchner siempre se expresaron con desprecio sobre los medios, cuya función crítica -elemental en una democracia- no comprenden, y si la comprenden, no la admiten.

De todas maneras, Clarín no había merecido los ataques personalizados del Gobierno, reservados en otro tiempo a LA NACION. Tampoco el diario fundado por Roberto J. Noble era particularmente crítico. Por otra parte, Clarín fue históricamente un diario informativo, y sus opiniones solían manifestarse en la elección de títulos o tipografías, lo cual, dicho sea de paso, no deja de ser una manera de opinar.

La legitimidad de la reforma de la legislación sobre medios audiovisuales es inobjetable. El contenido de la reforma es opinable, y también lo es la oportunidad. ¿Por qué ahora y no dentro de pocos meses?, pregunta la oposición. Bien, dicen en el oficialismo, ¿por qué no? En todo caso, la oportunidad de un hecho político la determina quien tiene la facultad legal para producirlo. Y ése es el titular de las mayorías parlamentarias.

No es eso lo criticable. Lo criticable es entrelazar la reforma con una querella personalizada y con el ataque concentrado y violento a un diario. Al rebajar el proyecto reformista a esta dimensión de ring, el Gobierno bastardea un proyecto que debería ser basal. Y genera sospechas. El oportunismo con que rodeó el Gobierno la reforma de los medios audiovisuales hace recelar que pretende para sí lo que critica en otros. Un gobierno que discrimina la publicidad oficial a favor de medios adictos no puede legislar sobre materia tan álgida sin despertar la sospecha de que apunta a restringir la libertad de informar.

En 1945, el político Roberto J. Noble fundó un diario junto con algunos veteranos redactores de Crítica , ya en declive desde la muerte de Natalio Botana, unos años antes. Aquel primer Clarín tuvo unos comienzos algo grises, hasta que, en 1951, el peronismo expropió La Prensa , que concentraba el gran mercado de los avisos clasificados, y se la dio a la CGT. La Prensa era el diario más leído de la Argentina, sobre todo por los avisos clasificados. Los miles de lectores populares que compraban La Prensa por esos anuncios se pasaron a Clarín y cuando, en 1955, La Prensa fue devuelta a sus dueños, el público ya se había acostumbrado a leer los clasificados en Clarín . Desde entonces, el diario de Noble no dejó de aumentar su tirada. Y, en los últimos años, no dejó de expandirse en múltiples negocios.

Sobre un diario se pueden tener miradas críticas. Hay ya varios libros que ventilan la historia de Clarín . Algunos han señalado que una actitud permanente del diario fue su acriticismo con los gobiernos fuertes, en contraste con su criticismo frente a los gobiernos débiles.

No es propósito de este artículo entrar en tal perspectiva, sobre la cual sólo haré un señalamiento. Cuando se valora históricamente a un diario no debe olvidarse que es una creación colectiva, y que, tanto como la orientación de sus dueños, o directores, importa la manera con que redactores, cronistas, columnistas, ilustradores y diagramadores se comunican con el lector. Un diario nunca es una entelequia. Un diario es como un hombre: nunca es un bloque inmóvil, siempre es un conjunto de señales, a veces contradictorias.

Tampoco conviene olvidar que, además de sus hacedores, un diario es la gente que lo compra, que lo lee, que lo incorpora en sus vidas. En tal sentido, Clarín son Roberto Julio Noble y Enriqueta de Noble, y los orientadores que el diario ha tenido, como Rogelio y Octavio Frigerio y Oscar Camilión, pero también son Clarín -para citar sólo algunos nombres- quienes han llenado sus páginas: Raúl González Tuñón y sus crónicas, Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías, Horacio Estol y sus artículos desde Nueva York, Horacio Altuna y sus dibujos, Hermenegildo Sábat y sus caricaturas, Diego Lucero y sus crónicas futboleras, Roberto Fontanarrosa y sus viñetas. Y el Clarín porteño que inventó Luis Cané y sigue fogoneando Cora Cané. Clarín es el dibujante Andrés Guevara, el inventor de ese hombrecito del logo del diario, un hallazgo de diseño incorporado ya en la vida cotidiana de los argentinos.

Cuando desde el poder se ataca indiscriminadamente al diario Clarín, no se debería olvidar que Clarín somos también, para bien o para mal, los millones de argentinos que, al despertar, vimos este diario asomando bajo la puerta de casa. Esto no excluye a quienes nos indignamos por las miserias del diario, lamentamos sus errores o cuestionamos sus opciones. También nosotros debemos reconocer el aporte que hizo Clarín a la cultura argentina.

La ley de medios audiovisuales, innovación legislativa legítima, ¿de qué sirve si se pervierte al convertirse en agresión? Pintadas, panfletos anónimos, aprietes, afiches denigrantes, ataques personales con olor a servicios de informaciones. La violencia verbal en boca del poder es peligrosa porque puede ser invitación a la violencia física. En 1924, el primer ministro de Italia Benito Mussolini denigraba en la tribuna a los socialistas y en especial a su líder, Giacomo Matteotti. Un día, unos hombres interceptaron en la calle a Matteotti en la calle, lo secuestraron y su cadáver apareció acribillado. El régimen repudió el crimen y pretendió otorgarle honores de Estado a la víctima. Pero, ¡el poder había sido el culpable!

Lo recuerdo, sin hacer comparaciones que no caben, a título de ejemplo histórico. El interventor del Comfer, en un programa de TV, ha tenido expresiones públicas deplorables, que desmerecen su por otra parte conceptuosa defensa del proyecto de ley. Ha dicho que las pintadas y los carteles contra el diario de los Noble son "una manifestación de democracia". Agregó que la tiza y la cal eran "una expresión del pueblo". Estas palabras agravian a miles de argentinos que alguna vez pintamos paredes porque no teníamos otro lugar donde escribir contra las dictaduras que nos aplastaban. Yo fui procesado y encarcelado por un decreto, el 4161, que criminalizaba el hecho de escribir palabras prohibidas. Entonces regía un poder usurpado. Ahora, todos podemos expresarnos, pero el que ensucia las paredes es el Estado. Que tiene una vasta cadena -equivalente a la que dice combatir- de medios a su disposición: agencia de noticias, canal abierto, radios, diario, revistas, una fortuna en publicidad oficial...

Encuentro una gran analogía entre lo que hace el Gobierno con los medios y lo que hace con el fútbol. Si al Gobierno le interesara mejorar el fútbol como práctica social, podría hacer muchas cosas útiles con 600 millones de pesos. Por ejemplo, combatir la violencia de las barras bravas, grupos criminales que cometen delitos impunes en las canchas, protegidos por los dirigentes. Esa violencia se ha cobrado ya 250 vidas... Sin embargo, el Gobierno ha preferido la demagogia de televisar fútbol a toda hora. A cambio, ¿les ha exigido algo a los clubes? ¿Por ejemplo, que erradicaran el crimen enquistado en ellos? No.

La FIFA estableció, en 2003, que los espectadores de fútbol, en todos los países del mundo, deben estar sentados. Es una manera de desalentar el vandalismo. El único país donde esa norma no se cumple es la Argentina. En la ciudad de Buenos Aires, una ley ordenó que el 75% de las entradas vendidas debían ser plateas. Sucesivas prórrogas han ido eximiendo a los clubes de esa obligación. El 20 de agosto pasado, mientras el país discutía la ley de prensa, la Legislatura porteña, entre gallos y medianoche, aprobó una prórroga de la obligación de poner plateas... ¡esta vez hasta 2012!

Pero, ¿por qué los clubes no convierten las gradas en asientos? Porque prefieren comprar jugadores. Y porque consienten en que el fútbol sea como es. El presidente de un club de primera lo dijo sin pelos en la lengua: "Los hinchas prefieren ver el partido todos juntos y parados. En todo caso, las plateas las arrancan de cuajo y las tiran al campo". La decisión de la Legislatura de la ciudad -rescato a los once legisladores que votaron en contra de la prórroga- demostró una vez más que la política argentina no puede prescindir del fútbol.

Pero los dirigentes, tanto los de un club de fútbol como los del país, no están sólo para hacer lo que la gente quiere. Están para construir un país mejor. Si su acción merece la aprobación popular, mejor para ellos, pero si tienen que afrontar críticas o, incluso, si ello los convierte en impopulares, no debe importarles. Tienen que hacerlo. Jamás mejoraremos este país para nuestros hijos si sólo atendemos el rédito inmediato. Gobernar es trabajar para el futuro, diseñarlo, no meramente ganar las próximas elecciones.

martes, 22 de septiembre de 2009

Diego Capusotto: 'muchas voces hablan de la libertad de prensa y, cuando realmente no hubo, eran funcionales a eso o miraban para otro lado'


www.reportedelasmadres.org.ar/fotos/capusotto
El prestigioso cómico Diego Capusotto reflexionó por Continental sobre su trabajo como humorista y sobre los nexos con “la construcción de ficciones en el tratamiento de la actualidad”.
En La Mañana, resaltó el trabajo en equipo de “Peter Capusotto y sus videos” y “Lucy en el cielo con Capusottos”. “Yo nunca hago nada solo; siempre estuve en lugares donde los hechos creativos siempre han sido colectivos, desde ‘Cha Cha Cha’, ‘Todo por Dos Pesos’ y hasta ahora, con Pedro (Saborido) y otra gente que se encarga de cuestiones específicas. No todo lo que se escucha sale de mi boca; es también rodearse de gente con talento, con sensibilidad y con más o menos un discurso en común con el que tiene uno”, enfatizó.
“Violencia Rivas se fue moldeando con esto de ubicarla en un espacio como el Club del Clan. Los personajes nacen siempre de lo inverosímil: ubicar algo reconocido por todos y ponerlo en un contexto que produzca la sorpresa y la gracia”, explicó al develar la génesis de sus personajes.
A Pomelo Rocanroln lo definió como “ese personaje que sabe que el rock se convirtió en una salida laboral y lo aprovecha. No tiene mucho para decir más que dos o tres declamaciones cercanas al rock, casi infantiles, y sin embargo tiene éxito, porque también tiene espectadores funcionales a ese discurso”.
También se refirió a “Hasta cuándo”, uno de los segmentos más exitosos de su programa de radio, en donde parodia a los informativos radiales. “Si bien tiene ese lenguaje muy relacionado al humor exacerbado, no deja de ser como ciertos relatos ficcionales que hacen algunos medios de la realidad y no están sustentados por una profundización de lo que se está diciendo: montan una especie de ficción en donde nadie dice que no haya violencia, pero también se utiliza políticamente. Entonces, un asesinato se repite quince veces y te están diciendo que son quince asesinatos”.
“Lo del ‘montonero’ lo sentía cuando salió lo del conflicto del campo, donde había gente que salía con las cacerolas y decía cualquier cosa. Grafica esto de no saber qué se está diciendo, que es la peor ignorancia, que no es precisamente no tener estudio, sino estar diciendo algo que no está sustentado con cierta profundidad. Entonces surge la declamación de demonizar todo, que es un discurso que estoy escuchando mucho en los medios: es como cuando muchas voces hablan de la libertad de prensa y cuando realmente no hubo libertad de prensa miraban para otro lado. Entonces, ellos erigen un relato ficcional como si ellos fueran amantes de una libertad de prensa que cuando no la hubo ellos han sido funcionales a eso o miraban para otro lado”, concluyó Capusotto.
Fuente: http://www.continental.com.ar/nota.aspx?id=882145