El procesamiento de Agustín Bottinelli por el delito de "coacción" por publicar en 1979 una entrevista falsa a la madre de un desaparecido mientras estaba detenida clandestinamente en la ESMA, constituye el primer caso en el que un periodista se encuentra vinculado a una causa por crímenes de lesa humanidad.
El juez Sergio Torres, quien lleva adelante la megacausa ESMA, por el delito de "coacción" previsto en el artículo 149 bis del Código Penal, bajo la figura que "se corresponde con aquella vigente al momento de ocurrencia de los hechos", es decir, aquella que "mediante amenazas graves o violencias compeliere a otro a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado, será reprimido con prisión de tres meses a dos años"
El caso remite a la entrevista publicada en
la revista Para Tí, propiedad de la Editorial Atlántida, con el título
"Habla la madre de un subversivo muerto", en la que Thelma Jara de
Cabezas, fue llevada por una patota encabezada por el represor Ricardo Cavallo.
La entrevista fraguada se realizó en una confitería porteña que fue cerrada
para la ocasión y allí Cabezas acusaba a los organismos de derechos humanos de
mentir sobre la existencia de desaparecidos.
Si bien al restaurante concurrieron el periodista Eduardo Scola y el fotógrafo Tito La Penna, la nota habría sido elaborada por el personal jerárquico de la revista, según se desprende del expediente. Jara tenía un hijo de 17 años desparecido -Gustavo-, integraba la asociación Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas y estaba secuestrada en la ESMA desde el 30 de abril de 1979.
El procesamiento de Agustín Bottinelli por el delito de "coacción" por publicar en 1979 una entrevista falsa a la madre de un desaparecido mientras estaba detenida clandestinamente en la ESMA, constituye el primer caso en el que un periodista se encuentra vinculado a una causa por crímenes de lesa humanidad.
El juez Sergio Torres, quien lleva adelante la megacausa ESMA, por el delito de "coacción" previsto en el artículo 149 bis del Código Penal, bajo la figura que "se corresponde con aquella vigente al momento de ocurrencia de los hechos", es decir, aquella que "mediante amenazas graves o violencias compeliere a otro a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado, será reprimido con prisión de tres meses a dos años". El caso remite a la entrevista publicada en la revista Para Tí, propiedad de la Editorial Atlántida, con el título "Habla la madre de un subversivo muerto", en la que Thelma Jara de Cabezas, fue llevada por una patota encabezada por el represor Ricardo Cavallo.
La entrevista fraguada se realizó en una confitería porteña que fue cerrada para la ocasión y allí Cabezas acusaba a los organismos de derechos humanos de mentir sobre la existencia de desaparecidos.
Si bien al restaurante concurrieron el periodista Eduardo Scola y el fotógrafo Tito La Penna, la nota habría sido elaborada por el personal jerárquico de la revista, según se desprende del expediente.
Jara tenía un hijo de 17 años desparecido -Gustavo-, integraba la asociación Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas y estaba secuestrada en la ESMA desde el 30 de abril de 1979.
Si bien al restaurante concurrieron el periodista Eduardo Scola y el fotógrafo Tito La Penna, la nota habría sido elaborada por el personal jerárquico de la revista, según se desprende del expediente. Jara tenía un hijo de 17 años desparecido -Gustavo-, integraba la asociación Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas y estaba secuestrada en la ESMA desde el 30 de abril de 1979.
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