Fue azafata, cree en ovnis y es la reina del periodismo bizarro (anabela ascar)

Conduce “Hechos y protagonistas”, programa del cual surgió la mediática travesti Zulma Lobato. Estuvo una década al frente del noticiero, pero reniega de los formalismos, se tienta en cámara y va al canal acompañada de su mascota, Dominga. Vive con Héctor Ricardo García y dice que su sueño es retirarse a vivir en el campo
Como si fuese una diva, Anabela Ascar recorre los estudios de Crónica TV junto a su perra Dominga. “Cuando conducía el noticiero, muchas veces la tenía en el regazo”, asegura. Ahora la rubia está al frente de Hechos y protagonistas. Invitados como la travesti Zulma Lobato la han convertido en la nueva reina del periodismo bizarro. Es altísima y en su forma de caminar tiene dejos de los ocho años que pasó como azafata en Aerolíneas Argentinas. Dominga la sigue de cerca: son 25 kilos de amor canino. “Ya cumplió 15 años. La encontré en la calle hace ocho, pero tenía cáncer y la iban a sacrificar. Recorrí veterinarios para salvarla y no sabés el amor que me da”, asegura Ascar que no deja de besarla. Se sabe que el amor es ciego pero en su caso, parece carecer también del sentido del olfato. “En el futuro me gustaría tener una granja con animales de consumo pero como mascotas, porque soy vegetariana”, adelanta. Hoy vive con Héctor Ricardo García, el dueño y creador del canal. “Tengo al maestro en casa. Si no aprendía de televisión al lado suyo, es que era de madera”, asegura. Tiene la risa fácil y una soltura que no tenía en los años al frente del noticiero.

—Lo hice por más de diez años y es un trabajo emocionalmente muy duro. Estás en contacto con los dolores todo el tiempo porque no hay una buena. Te toca decir: “Mataron a cuatro, te van a violar mañana y en instantes, las imágenes”

—¿La estresaba?

—Hubo un momento en el que me resultó muy denso. Me dolía el corazón de ver tanto dolor. Al final, sos como un médico y te desapegás.

—Arrancó con una imagen muy seria, pero se permitió ahondar en terrenos polémicos, como fue la columna sobre vida extraterrestre que tuvo durante años.

—En los países desarrollados hay lugares que estudian el fenómeno ovni, también en el Vaticano. Lejos de estar vinculado con el hombrecito verde, el tema tiene que ver con la energía renovable.

—¿Cómo?

—Hay fuentes de energía superiores a las que conocemos y hay quienes dicen que ya estarían desarrolladas en otros lugares. Entonces, ¿por qué no se destapa el tema ovni en el mundo? Porque algunos gobiernos ya saben que hay fuentes de energía renovable, limpia y barata y eso atenta contra su negocio.

—¿No duda de que hay extraterrestres?

—No tengo duda. El universo es inconmensurable y nosotros no podemos ser los únicos. Pero nunca vi ninguno. No sé si me interesaría.

—¿Qué entrevistas le interesan?

—A mí me gusta rescatar lo que otros no muestran.

Hechos y protagonistas es un compendio de personajes inesperados: anónimos que se comunican con la producción y salen al aire para contar sus males: así llegó Zulma Lobato, una travesti de 53 años que se quejaba de la Policía de Villa Ballester y terminó el envío cantando Resistiré a capella. TVR levantó el segmento y empezó el recorrido de Zulma por la televisión de aire. El próximo paso será ShowMatch.

—Al aire, muchas veces te reís de los invitados. ¿Es verdad que de Zulma te hiciste amiga?

—Parece que me río de ella, pero no es así. Zulma está más allá del bien y del mal. Tiene un gran corazón, pero a la gente hay que saberla llevar. Va a estar en lo de Tinelli y me parece genial.

—¿Habla con ella?

—Nos llamamos. Ella estaba deprimida y le regalé CDs con alabanzas cristianas para levantarle el ánimo. Su misión en esta vida es demostrar que, cuando uno se propone algo, no se tiene que fijar en lo que ve, sino en lo que siente. Ella está convencida de que puede ser una artista famosa.

—¿A usted también le interesa la fama?

—Me interesa mientras me da la posibilidad de hacer algo; por ejemplo, encabezar una campaña solidaria a favor de los animales. Si no, no. Yo salgo al aire sin guión y me muestro tal cual soy. Si me va mal, me vuelvo a mi casa.

Fuente: Por Marina Abiuso y Perfil.com