martes, 16 de agosto de 2011

Cristina: "Si escuchamos lo que dicen las urnas vamos a equivocarnos menos"



Cada uno entendió lo que quiso. Altamira, protagonista del milagro, fue por lejos el más optimista: “Cuando mañana los diarios del mundo hablen de la izquierda en la Argentina – dijo, emocionado – espero que los socialistas vean el renacimiento internacional de la clase obrera y del internacionalismo socialista”. Acababa de sacar el 2,48%.

Con el 12,16% y ubicándose tercero en el comicio, Eduardo Duhalde anunció que irá por la segunda vuelta en octubre: debería crecer cuatro veces en sesenta días. “Esperemos salir segundos con diferencia, asi podemos darle un susto al gobierno”, dijo Duhalde, que salió tercero.

Alfonsín, -que perdió en Chascomús – anunció a De Narváez como el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires. De Narváez obtuvo el 16,78 %, tres veces menos que Daniel Scioli, que superó el 50.

Elisa Carrió ni siquiera dio la cara: perdió 20 puntos con respecto a su elección del 2007 y quedó vecina del Partido Obrero. Fue demasiada derrota para reconocer, de modo que tuvo que hacerlo, con hidalguía y en soledad, su candidato a vice, Adrián Pérez.

El único que entendió lo que estaba pasando fue Hermes Binner: llegó cuarto con el 10,46% de los votos y una campaña de pocas semanas. Fue – junto al triunfo de Cristina – la sorpresa de esta elección y prometió trabajar más para consolidarse.

Los sectores más talibanes del gobierno repitieron la misma frase que Carlos Menem cuando fue reelecto, también por el 50% (49,94% para ser exactos): dijeron que le habían ganado al periodismo.

Víctor Hugo celebró el triunfo contra Magnetto en las páginas de Tiempo Argentino. Nadie siente que se equivocó. Todos se creen en lo cierto. Así, seguirán perseverando en el error.




Por Jorge Lanata Columnista del diario Libre.

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