El juez Julián Ercolini procesó a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por presunta corrupción en el reparto de la obra pública de la provincia de Santa Cruz entre 2003 y 2015 y ordenó un embargo por 10 mil millones de pesos. La sucesión de causas judiciales, embargos e intervenciones asfixiaron las cuentas de la expresidenta: sólo queda fuera una pensión.
Ahora, el funcionario judicial debe decidir si ordena el embargo de dos hoteles y bienes que conforman la herencia de Fernández de Kirchner. Por el momento, sólo tiene disponibilidad sobre una de las dos pensiones que cobraba.
En mayo este año, el juez Claudio Bonadio también procesó y embargó a la ex jefa de Estado. En esa ocasión fue por 15 millones de dólares en el marco de la causa del dólar futuro, y la exmandataria argumentó que no disponía de los fondos dado que se lo había cedido a sus hijos. Ante esto, el magistrado resolvió el congelamiento de la cuenta de la sucesión “Néstor Carlos Kirchner”.
En el marco de la causa Los Sauces, el magistrado resolvió intervenir durante seis meses la inmobiliaria de los Kirchner y la Sucesión de Kirchner. También resolvió correr a Máximo de la administración de la herencia y, al tiempo, que nombraron interventores judiciales.
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