jueves, 18 de diciembre de 2014
viernes, 12 de diciembre de 2014
#Cuantos más después de 1976-1983
A principios de la vuelta a la democracia, la revista "La Semana" muy popular en esa época, publica por primera vez un reportaje a un asesino del proceso, el cabo de la marina Raúl David Vilariño que en ese momento tenía 35 años. Este había sido torturador, asesino de la ESMA, en este reportaje este excremento contaba con lujo de detalles todas las atrocidades que él y todos los secuaces de la ESMA cumpliendo órdenes de la repugnante junta militar y del poder económico del país, habían realizado en ese campo de tortura y desaparición.
El segundo represor en Scilingo fue uno militar del Proceso que admitió en público el terrorismo de estado llevado a la práctica en Argentina, en entrevista con el periodista Horacio Verbitsky.
La confesión reveló la complicidad de la Iglesia Católica, el silencio de las autoridades de la Armada en democracia y la especulación política del gobierno de la época, presidido por Carlos Menem.
El tercer represor Ernesto “Nabo” Barreiro al que le gusta a parecer en los medios para llamar la atención: Cobró notoriedad en la Semana Santa de 1987, cuando se desató el levantamiento que encabezó Aldo Rico; ayer reveló dónde sepultaron a desaparecidos durante la dictadura
Ese episodio le dio visibilidad pública a Barreiro, quien ayer reveló en el juicio que se le sigue en Córdoba por delitos de lesa humanidad el lugar donde fueron
Enterrados 25 desaparecidos en el centro clandestino de detención La Perla. A los 67 años, Barreiro pareció romper ayer con un pacto de silencio al que se comprometieron los represores juzgados en los últimos años.
Tras el levantamiento carapintada, "el Nabo" -o "el Gringo", como también se lo conocía- fue beneficiado con la ley de obediencia debida dictada durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Evitó así el juicio, pero fue dado de baja de las filas del Ejército, donde se había especializado en inteligencia militar.
La gran mayoría ahora arrepentidos porque ahora se los lleva a juzgar son parte del mal trago de la historia Argentina.
Y como dice el dicho: “Mas tarde que nunca” pero había que pasar y recién ahora en el 2014. Tenían que hacerlo, los años anteriores que se hicieron NADA….
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